El día de ayer, 22 de enero, hace 40 años se legalizó el aborto en los EEUU. Lo que quizás no sepas es que la legalización de los mismos se hizo gracias a dos casos que son tan emblemáticos como falsos y que hoy las dos mujeres involucradas como las «victimas» a las que se «auxiliaba» con estos fallos en la actualidad están apelando ante la Corte Suprema de los EEUU para lograr revertir estos fallos.
Norma McCorvey fue presentada ante la corte con el seudónimo de Jane Roe en el famoso caso de Roe vs. Wade con el que se legalizó el aborto. Durante varios años posteriores al caso fue una activista pro-aborto hasta que anunció su conversión a la causa pro-vida en la mitad de los años 90. Ahí fue que el mundo se enteró de la verdad cuando ella declaró «fui convencida por las abogadas feministas a mentir, a decir que había sido violada y que necesitaba un aborto. Todo era una mentira». El año pasado ella declaró «desde entonces 50 millones de bebés han sido asesinados. Voy a llevar ese peso hasta mi tumba». En el año 2003 ella pidió para reabrir el caso pero su petición no fue aceptada. Y desde entonces ha acentuado su participación en charlas a favor de la vida.
Al igual que ella Sandra Cano, más conocida por su seudónimo, Mary Doe, ha apelado a la Corte Suprema pidiendo se revierta el caso que lleva su nombre. Mientras que el caso de Roe vs. Wade anulo las restricciones estatales para el aborto, el caso de , Doe vs. Bolton del que Sandra es partícipe extendió este «derecho» al aborto hasta los 9 meses de gestación. ¡Sí, en los EEUU es legal el aborto hasta los 9 meses!
Lo que a muchos les sorprenderá es que ni Norma ni Sandra llegaron a realizarse un aborto. Ambas eran mujeres jóvenes, poco educadas, en situaciones económicas críticas cuyos casos fueron manipulados por los extremistas para llamar la atención pública. En 1970 Sandra estaba embarazada de su cuarto hijo, había pedido la custodia legal de sus dos hijos mayores y estaba en el proceso de adopción de su tercer hijo. Como en Georgia donde ella vivía el aborto no era legal más que en situaciones extremas, su caso fue usado para hacer un juicio para permitir que toda mujer que así lo desee pueda acceder a un aborto y sus abogados lograron su cometido.
Lo que ha salido a la luz con el testimonio de Sandra es que ella en realidad nunca quiso tener un aborto, más bien en el proceso de tratar de recuperar a sus dos hijos mayores durante la batalla legal con su ex-esposo le hicieron firmar un papel que fue usado como un testimonio de su deseo de abortar. Es decir fue manipulada. En realidad cuando se dio cuenta que su madre quería obligarla a abortar huyó del estado donde vivía pues eso era algo que ella no deseaba hacer.
Conocer las historias de Norma y de Sandra es muy importante porque la historia tiende a repetirse cuando no la conocemos y lamentablemente actualmente en Latinoamérica estamos en un bombardeo de intentos de legalización del aborto. El último fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos abre la puerta a la legalidad del aborto en todas sus formas y solo faltan los casos emblemáticos como los de Norma y Sandra para que el aborto sea una realidad en todo el continente.
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